Y aquí hablan de aquel monstruo que acobardó y escandalizó a todas los ciudadanos pro-vacunas, pro-bozal, pro-quédate en casa, pro-yo uso el brazalete nazi o pasaporte covid.
¡Y todo por una simple bofetada que le pegó a otro negro gilipollas y bocazas! No jodas…
Le debería haber roto la mandíbula con un puño americano.
Y aún sigue en prensa la saga del miedo y el horror de la violencia de una bofetada. Porque ocurrió cuando los cabestros se encontraban más indefensos ante el coronavirus, bajo las alas protectoras de sus cancillerías nazis (antiguas democracias occidentales), y por lo que se lee en la prensa prostituida al nazismo sanitario, siguen horrorizadas las reses humanas por la bofetada.
Pienso que la bofetada de Will Smith al chistoso y bocazas Chris Rock en la ceremonia de los Oscar 2022, fue una escenificación del nuevo nazismo mundial surgido con el coronavirus para que la población en general, aprendiera lo feo que es defenderse y lo digno de tener la boca callada y aguantar en silencio el abuso del poder. Si te defiendes o agredes a quien te ofende, serás considerado una especie de delincuente violento y lo pagarás caro, has de ser pacífico y manso. Así que si el estado te encarcela, acosa, arrebata las libertades mínimas y arruina; debes callar y soportar sus abusos y estafas porque lo hace por tu bien. De lo contrario, serás un monstruo de la sociedad al que todos odiarán y podrías perder hasta tu trabajo. Es decir, es el “pon la otra mejilla” de la biblia. Con este vuelco al fascismo de las antiguas democracias pre coronavirus, la teoría de la fábula evangelizadora fascista interpretada por estos dos negros me parece absolutamente plausible.
De verdad, se ha de hacer selección natural y esas genéticas cobardes y mansas erradicarlas de la faz de La Tierra.
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