lunes, 30 de noviembre de 2020

Tan sencillo como follar



Ocurre que lloriquear por todo y tener miedo a cualquier cosa es la forma de vida habitual en las ya viejas sociedades degeneradas.

Y trabajar duro causa un temor paralizante a la chusma que bala aburrida.

Lo extraño es la independencia y el pensamiento libre.

La libertad y la autonomía no son una simple cuestión de inteligencia, es una genética que está desapareciendo asfixiada entre la mediocridad, mezquindad y envidia.

Ser feliz en las granjas humanas o ciudades es auténticamente ser imbécil.

No hace falta que ningún iluminado explique lo obvio, bueno… A los idiotas sí.

Lección idiota del fascismo español



Claro, seguro que con cubos de basura harán fogatas y cantarán villancicos con los mocos congelados y guantes con los dedos rotos.

El entorno seguro es tener una cuenta bancaria repleta de dinero, y una casa de un millón de metros cuadrados, hijos de puta.

No me jodas, con tanta mierda.

¿Es que no va a cesar nunca el nuevo fascismo español del coronavirus de pagar dinero por artículos de prensa imbéciles?


domingo, 29 de noviembre de 2020

El final de las sociedades decadentes


Una epidemia en una sociedad decadente, ignorante y cobarde es causa de destrucción.

Son tiempos, además, en los que se castiga el valor y la determinación de vivir para que los políticos cobardes y sus también cobardes votantes, no queden en evidencia ante unos pocos, muy pocos.

De nuevo, junto con la epidemia surge otra infección paralela: la envidia.

Una sociedad cobarde jamás debería sobrevivir a una epidemia, estropearía peligrosamente a la especie humana.

Las sociedades decadentes deben morir, extinguirse definitivamente.

Y mientras ocurre, la muerte, aconsejo dosificar en la red de agua potable anticonceptivos para evitar su reproducción, ya sea voluntaria o accidental.


sábado, 28 de noviembre de 2020

El fascismo cargando contra los ciudadanos


Este tipo debería figurar en una enciclopedia ilustrando las entradas: “cobardía” y “mezquindad”.

Lo que tiene que hacer cualquier político con un cargo, es curar a los enfermos y poner medios para atajar una epidemia. Y eso no se hace robando libertades y provocando muertes negando tratamientos médicos a las personas graves. Y tampoco se salva una epidemia arruinando a la gente.

Si eres cobarde, no seas político, está bien: te sacas una pasta; pero te saldrá cara, fascista.

No cargues con responsabilidades “a la juventud” y ahora “a los madrileños por respirar”.

Qué mezquindad…

La enfermedad no se va a ir, hay que vivir con ella como millones de seres humanos vivieron con ella en otros tiempos y viven en otros lugares sin esconderse como perros atemorizados, idiota.

Mierda de cobardía e hipocresía las del nuevo y normal fascismo español del coronavirus y su estafa…

Puro pragmatismo


Que algo salga mal es normal (de ahí el “mal”, de “normal”; soy lingüista); pero que algo salga bien es extraordinario.

Ambas cosas son la pura realidad de la praxis vital.

Es tan desalentador que voy a fumarme un cigarrillo en cuanto encuentre el encendedor, si tiene gas, claro.

viernes, 27 de noviembre de 2020

Acerca de la transmigración o metempsicosis


Cuando eres alma ¿te puedes negar a entrar de nuevo en otro cuerpo?

¿Quién es el responsable de la asignación de cuerpos?

¿Cuántos cerdos están rellenos de almas humanas? Las cifras podrían ser incómodas para algún alma cándida debido a su elevado número.

El que me masturbe con tanta afición y frecuencia, ¿prueba que mi alma era de mujer y esté así obsesionada con el pene que habita? Lo tengo irritadísimo.

Es que si fuera alma de hombre, me corto la polla.

Sería lógico suponer que hay un programa dedicado a la asignación de almas a los cuerpos. Quisiera ser cualquier cosa, salvo un delfín. Se ríen todo el día sin saber de qué.

¿Tienen debidamente actualizada la base de datos de las almas con los filtros tipo: inteligencia, graciosa, graciosilla, mediocre, viciosa, hijaputa e imbécil?

Porque no quiero que mi inmenso y lujurioso cuerpo esté habitado por un alma tarada.

Dios es un puto y absentista funcionario; nada más nacer te has dado cuenta de que te han vuelto a joder, incluso al morir piensas: ¿Y para esto tantos poemas, coño?

jueves, 26 de noviembre de 2020

El FBI y la pobreza


He visto en una mala película lucir a un agente del FBI un reloj por el que no pagaría más de veinte euros siendo muy generoso.

Lo cual me hace pensar que, o era un limpiador de cines disfrazado de agente investigador; o bien el FBI ha copiado de la industria de la moda (en sus fábricas del tercer mundo) los jornales de arroceros y así paga a sus lumbreras investigadoras.

Si le mostrara alguno de mis relojes a ese supuesto agente del FBI, lloraría amargamente y decidiría cambiar su profesión por la fontanería y la electricidad.

Y la peli se iría a la mierda.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

El amor no es alquimia


Hay desesperados que piden un tiempo de amistad con la esperanza de que surja el amor; se equivocan.

Jamás la amistad se convertirá en amor, y si por algún azar (es mucho suponer) hubiera sexo, sería ebrio.

Los amigos que esperan el amor, serán siempre patéticos conocidos.

El amor es un ataque repentino, si no prende al instante, se convertirá en indiferencia o una aséptica amistad.

Existen mejores formas de perder el tiempo que intentar transmutar la amistad en amor.

No vale la pena perder el tiempo y el dinero en romances que solo existen en la propia imaginación.


martes, 24 de noviembre de 2020

Mueren cazadores


Pocos animales existen tan valientes y libres como los gatos. Mueren cazadores; no dejarán de serlo por mucho que vivan entre humanos, y ahí radica su mayor valentía: moverse entre seres humanos.

Esa capacidad de habitar dos mundos sin prostituir su esencia es proverbial.

Y es la principal causa de la atávica antipatía que sienten muchos humanos hacia ellos. Antipatía que nace de la envidia de que un animal pueda vivir entre dos mundos y no corromper su naturaleza; es inquebrantable. Su inteligencia supera con mucho a la de un gran porcentaje humano.

La envidia es veneno para todos los seres vivos, incluyendo a la humanidad misma que se canibaliza por ella.

Es tal su naturaleza independiente que se reconocen a sí mismos con cierta vanidad. Y pobres… A veces esa vanidad los mata, los lleva a caer de alturas elevadas, lanzarse hacia una presa cegados por el instinto... No están exentos de errores, ningún ser vivo en el planeta lo está. Es lo primero que te muestra la naturaleza: los cadáveres de animales que tuvieron un pequeño o gran error. He visto ardillas caer de una rama.

En los gatos, debido a su casi humana vanidad, se da más. Los admiro por ello.

Dicen que la curiosidad mató al gato; pero yo sé que intentó dar un gran salto desde una gran altura y falló por milímetros.

Desde que conozco la esencia y el carácter del gato, no quiero otro compañero de vida.

En contraste con su independencia y naturaleza depredadora, exigen momentos de un íntimo roce. Ellos dicen cuándo y yo estoy de acuerdo; es cuando se revela su profunda naturaleza de crueldad con sus presas en contraste con una desconcertante ternura.

Siempre saludo a un gato, por admiración; porque son tan pequeños, fuertes y osados…

A los humanos saludo en ocasiones por una inevitable norma social de simple supervivencia, sin afecto o admiración alguna. 

No es fácil vivir sin morir para ningún ser. A veces hay que escribir lo obvio para no restar mérito al movimiento.

lunes, 23 de noviembre de 2020

Beethoven


Beethoven… ¿En qué estaría pensando este hombre cuando decidió componer el Himno a la Alegría (o crear una música para la Oda a la Alegría?) ¿Era cuestión de sexo o dinero ese ataque de inspiración dichosa?

Porque no veo más razones para ser feliz como la idiota de la perdiz.

Tal vez, la suerte de ser sordo y no tener que escuchar a los imbéciles continuamente lo hacía un tanto optimista. No sé…

Cuanto más viejo soy, más dudo de los más elevados sentimientos humanos y acepto como dogma lo carnal y lo material sin pudor alguno.

Seré el más cabrón del cementerio.

La libertad y la envidia


La gente critica a quien aborta, va en bici, en patín, a quien se suicida, al que fuma, al que bebe, al que no lleva mascarilla… Y todo se reduce a envidia.

Las críticas suelen nacer de esa envidia que los corroe de no saber usar la libertad que otros ejercen.

Y para ejercer la libertad es necesario valor y determinación, que tampoco tienen los carroñeros envidiosos.

La envidia es en esencia, el único pecado capital de la biblia, el resto de los pecados nacen o se derivan de ella.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Un palurdo con complejo de líder



Imagino que como lleva ese bozal negro, se siente a salvo de la vergüenza de su vanidad de patán.

Como esos nuevos ricos con complejo de grandeza que en las películas se montan una copia de algún monumento famoso en el jardín.

“Nosotros, los veinte líderes”.. No jodas.

¿Líderes de qué?

Será que ahora Ali Babá, tiene solo veinte ladrones en lugar de los cuarenta.

Diecinueve fascistas del coronavirus y el del bozal negro con banderita española, como enlace sindical a lo sumo.

Divina dislexia


Los designios del Señor son inescrutables porque no domina bien el lenguaje.

Y además, padece dislexia ya que confunde la bondad con la maldad y la libertad con la esclavitud continuamente.

Dios necesita un buen logopeda. O una lobotomía si el profesional no puede solucionar esa deficiencia.


sábado, 21 de noviembre de 2020

Los gobiernos del coronavirus deben ser juzgados y condenados


Como a esta enferma, el nuevo y normal gobierno fascista español, ha asesinado a miles de personas con graves enfermedades, por curar con paracetamol una gripe o resfriado como el coronavirus. El gobierno español lleva cometiendo genocidio sin descanso desde hace más de ocho meses.

Y en Europa, en la vieja decadente e indecente Europa, han masacrado a decenas y decenas de miles de personas.

Y en el mundo a centenares de miles.

Ya no hay otro medio para defender la vida y sobrevivir al fascismo de la cobardía y la ignorancia que, recurrir a la violencia y la guerra en que se convertirá.

La razón está clara y justificada: si te van a asesinar, empieza a matar a tus asesinos.

Muerte con muerte se paga.

Y no puede acabar simplemente así, con violencia; los actuales gobiernos del fascismo del coronavirus o “la covid 19”, al igual que los nazis de la última guerra mundial, deberán ser acusados y condenados por genocidio, a prisión o a muerte. Y confiscar sus cuentas bancarias en paraísos fiscales para recuperar todo el dinero que han robado.


Dos tópicos y una verdad


Tópicos:

Cuando lloran las mujeres es por la regla.

Los hombres no lloran, si no es por alguna alergia y la próstata (¿?).

La verdad revelada:

Si llora un idiota, ni él sabe por qué. Y además se mea encima.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Las vacunas del fascismo del coronavirus


Y como los caudillos del nuevo y normal fascismo español del coronavirus están deseando inyectar a toda su aterrada población el veneno, además de los restaurantes, también se irán a la ruina las sombrererías.

Cualquier deficiente escribe un artículo


El coronavirus, el principal problema orgánico que provoca en las reses humanas es que pudre el cerebro de las prostitutas (vale para machos y hembras) que cobran por escribir idioteces en los medios de información. Al menos, Epi y Blas tenían gracia al dar sus lecciones, mucha.

La naturaleza exige sangre



A mí los contagios del coronavirus no me preocupan.

Me sudan la polla.

Nunca he perdido el tiempo con las mentiras del franquismo y mucho menos con las del nuevo y normal fascismo español del coronavirus y sus caudillos Sánchez e Iglesias.

Lo que sí me causa cada día más repugnancia es el gran número de cobardes castrados que, como ratas saliendo de la alcantarilla, salen con sus bozales a la calle; imbécilmente convencidos de los dictados de sus amos caudillos, con la fe que el analfabetismo otorga a los idiotas. Son tantos que siento que voy a vomitar.

Ver a un ejemplar de cabestro con un bozal negro en plena naturaleza, me hace soñar en cómo sería destriparlo a puñaladas, las suficientes para que sus intestinos se convirtieran en exotripas. Como si se apoderara de mí una tentación narcótica, debo frotar las palmas de las manos contra el pantalón porque me pican de una forma inexplicable. Talmente como le ocurriría a algún poseso que pisara dos pajas en forma de cruz.

Estoy convencido, cada día más, de  que la naturaleza exige que se derrame sangre idiota, ella sabrá que hacer con esa mierda.

Por lo demás, que se infecte quien deba y se joda como yo me jodo.

Y que me dejen en paz.


Niños avispados


Dos madres conversan volviendo a casa después de haber recogido a sus hijos en el colegio.

- ¡Que sí, Tere! Las niñas son mucho más avispadas que los niños a la misma edad. Sofía es mucho más vivaz que su hermano cuando tenía seis años también.

- No sabría que decirte, Fina. Pedrito es hijo único, así que no puedo comparar como tú.

- Ya verás. Sofi ¿a quién quieres más, a mamá o a papá?

- A ti, mami, eres muy linda. ¿Me compras chuches? -responde con rapidez la niña que va de la mano de su madre.

- ¿Has visto que desparpajo tiene tan pequeña, Tere? Mucho más que su hermano. Se lo vamos a preguntar a Pedrito y verás. Pedrito ¿a quién quieres más, a mamá o a papá?

El niño está comiendo una rosquilla de chocolate y medita durante unos segundos antes de responder.

- A la puta de tu hija, que está muy buena.


jueves, 19 de noviembre de 2020

A veinte por hora no hay contagio


Si en este momento, a esta sociedad de cabestros miedosos absolutamente receptiva y permeable a cualquier mentira o dogma; sus dioses, amos y caudillos les dijeran que a veinte kilómetros por hora, se evita el contagio del coronavirus; irían con su bozal en sus vehículos a la velocidad de retrasados mentales (sería una consecuencia lógica de lo que son).

Y esto prueba que los cabestros que no se quitan el bozal ni para follar (si lo hicieran); son los pilares que conforman esta sociedad mezquina, analfabeta y cobarde.

No obedecen ninguna ley por respeto y solidaridad, porque hay miles de multas por exceso de velocidad. No son solidarios ni responsables de mierda; porque aprietan el acelerador para ser los primeros en llegar a su pueblo, hotel o casita de mierda; a los probos mezquinos de esta piojosa sociedad, les importa muy poco los accidentes que puedan provocar.

Así que la única razón por la que se colocan el bozal en el hocico es porque tienen ese indigno miedo tan propio de roedores, analfabetos y retrasados; que los hace sumisos hasta desearles todo tipo de mal.

Cuando un matrimonio o una familia llevan los bozales puestos en el hocico dentro de su propio coche, es porque su cerebro está podrido y no pueden soportar su propio hedor.

El mismo analfabetismo y miseria mental de los que, afortunadamente, en plena naturaleza usan bozal privando así a su organismo de los antibióticos naturales que contiene el aire para afrontar las gripes y catarros del invierno. Afortunadamente digo, porque cuantos más idiotas mueran, mejor será la especie humana. 

Dicho esto, que la vacuna sea mala y que los contagios se multipliquen, que todo vaya a peor.

Ésta es mi voluntad.

La razón de la religiosidad


Los actos de fe nacen de necesidad, ambición, carencia e indolencia.

El ser humano abrazó la religiosidad cuando perdió el coraje para sobrevivir en la naturaleza y la libertad para vivir donde necesitara o eligiera.

Todo lo demás es cháchara.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

El futuro, una broma de mal gusto


Es una estupidez preocuparse por el futuro cuando el presente es una mierda.

La vida es ya, no transcurre unos años más allá del hoy. Porque más allá del hoy, te sales del borde de la vida, te mueres.

Que cada cual haga con su presente lo que pueda.

Y si quiere malgastarlo mirando el futuro, que lo haga. Pero mi tiempo es mío, que nadie cuente con él.

Dejad de joder con las futuras generaciones que algunas ni siquiera existen y otras no llegarán a nacer.

La única forma digna de vivir es exprimiendo el presente.

El futuro está bien para la ciencia ficción y para los físicos que pueden perder el tiempo y además ganar dinero divagando cosas cuánticas y relativas que no conducen a ninguna parte.

El veneno del nuevo y normal fascismo español


Era de prever que el nuevo y normal fascismo español del coronavirus quisiera rematar el trabajo que la represión, su enfermedad y la ruina no ha conseguido.

Por eso va a obligar a la chusma a vacunarse con su veneno para hacer ya un buen trabajo de una vez por todas.

Quien haya trabajado en la industria farmacéutica, sabe bien que un medicamento requiere desde su creación hasta poder consumirlo, una media de diez años de estudio.

Bienvenidos a la nueva talidomida española.

Los caudillos españoles tienen un afán rayano en una beatitud franquista por salvar la vida de la chusma votante.

Como tienen tiempo y dinero de sobras, pueden inventar mil mierdas para seguir jodiendo la salud; pero ante todo, para acabar con la libertad en sus campos de concentración: los centros de salud donde inyectarán el veneno.

martes, 17 de noviembre de 2020

La libertad es enfermedad


Toda dictadura necesita asfixiar libertades y asesinar sistemáticamente para hacerse fuerte e instaurar su tiranía del miedo.

Se trata de una cuestión de estrategia si: asesinar con fusilamientos y tortura; o bien con terror, ruina, hambre y enfermedad.

En cualquier dictadura, la más mínima y elemental libertad de movimiento está limitada a lo que los genitales de presidentes, ministros y la bofia dicten.

Es esencial entender que no existe ninguna enfermedad que destruya la libertad.

Los actuales gobiernos fascistas han inculcado en el imaginario de la chusma que libertad es enfermedad. Gobiernos con políticos que se han formado exclusivamente en docencia y educación para deficientes mentales; de ahí el éxito de sus dictaduras y bozales.

Quien se crea que la libertad es enfermedad o su causa, debería hacer lo posible por suicidarse y mientras se decide, que no se reproduzca.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Las noches muertas


Son noches muertas las que dictan los tiranos, estafadores electos que las decretan oscuras y con una libertad podrida. Dictadores que han sido elevados a rango de presidentes o ministros por una turba de cobardes e ignorantes votantes.

La enfermedad no es un coronavirus, la enfermedad es la dictadura y la destrucción de la libertad más básica, que apenas existe ya.

Gracias al coronavirus y el terror el gobierno ha instaurado su absolutismo sin violencia sangrienta; pero dejando morir a miles de personas (no sé qué grado de homicidio será, tal vez sea simple genocidio) con los aplausos de una sociedad degenerada y su miedo enfermizo e inmovilizador.

Todo lo que es mayoría es mediocridad e indignidad. Ahí radica el secreto de que la mezquindad, la envidia y la cobardía se hayan convertido en un gen más en el ADN humano.

Han follado tanto en una orgía endogámica, que han clonado en sí mismos todas las miserias.

Los caudillos han resucitado las noches más negras, las noches prisión en las que patrullan como animales venenosos los asesinos de la libertad; ávidos de encarcelar y sancionar, corruptos de una moral marcada por la miseria de sus amos votados. Cobardes, porque al final, también son populacho votante.

España y su desmesurado amor por los dictadores… Tiene necesidad de ellos; debe ser porque su población considera que es mejor un cerebro podrido que ninguno.

España no puede sacudirse de encima la espina de los caudillos, de noches muertas e hipócrita paternalismo. Porque la letra con sangre entra ¿verdad, hijoputas? A los sumisos cabestros les excita sexualmente como el “no me temblará la mano al ir contra vosotros”, que tanto gusta de perorar a los dictadores españoles.

El fetichismo de la dictadura es la peste real.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Matar a Dios


Si no puedes matar a Dios ¿qué esperanza te queda de vivir una vida plena?

Porque Dios lo estropea todo.

Dios no sabe hacer las cosas bien. Ni siquiera es un dios, es un impostor.

Dios es un chapucero.

Así que, si no puedo pegarle un navajazo en la garganta estoy perdido.

El viento puede arrastrar las cosas muertas sin son vegetales y ligeras; pero los cadáveres, su putrefacción y los excrementos de sus intestinos, se quedan en el lugar haciendo el aire irrespirable.

Enterrar a los muertos es un ritual higiénico.

Algo salió mal con la invención de Dios y su apestoso hálito de vida/obediencia/muerte/descomposición/hedor/paraíso.

Se debería poder asesinar a Dios; solo haría falta que para ello, existiera. Y luego no sería necesario rajarle el cuello, la simple certeza de que podrías matarlo, te relajaría con la tranquilidad de una fundada esperanza de que algo empiece a ir bien.

El gore en la democracia


En muchas películas gore los cerdos son alimentados con humanos vivos o sus cadáveres. En la democracia, son cebados con los votos con los que son elegidos y por los robos, expolios y prisiones que dictan con sus tripas ya satisfechas de miserias.

Y así, en las noches de prisión que decretan los cerdos o caudillos electos, pueden rondar impunemente por las ciudades que les pertenecen con sus fieros lagartos venenosos patrullando criminalmente.

Y una mierda otra pandemia



Lo peor que puede pasar ya, es que los cobardes, cuando el Nuevo y Normal Fascismo Español del Coronavirus decrete otras muchas semanas de prisión para los ciudadanos; se mueran de asco los que sobrevivan al hambre.

Lo del miedo, nada nuevo bajo el sol, España tiene superávit de gallinas de toda la vida.

No problem.

Es que a los “periodistas” (con el nuevo fascismo normal español, los periodistas de verdad han muerto), en este caso los de El Independiente, se les seca el cerebro y no saben lo que dicen.

Si a mí me pagaran por mierda escrita, no tendría escrúpulos en hacer lo mismo que ellos.


sábado, 14 de noviembre de 2020

Nueva libreta de reflexiones sórdidas y otras delicadezas


¡Hala! Otra más de muchas…

Es que no hay mejor y más económico procesador de textos que la tinta y el papel.

Causas una extraña sensación; pero nada es perfecto.

Es que si no plasmo primero mi pensamiento en un soporte sólido y táctil, es como si descargara demasiado rápido la cisterna del inodoro, sin saber qué cosas han ocurrido debajo de mí durante todo ese tiempo.

Llegó la hora

 


La cochina sinceridad


Enseñar a tu hijo a ser sincero, además de ingenuidad, debería ser un delito de agresión al intelecto y la autodefensa. Y si además lo educas en la cobardía, tendrás a la mejor y más grande de las gallinas calvas.

La idea de la verdad es un mito, cualquier ser medianamente inteligente no necesita que le digan ninguna verdad. Yo lo sé todo de una forma natural e incluso coloquial. Es más, cuando una boca me suelta una verdad, pasa automáticamente a ser mentira; siempre y cuando el sujeto sea merecedor de ello. No soy buen psicólogo, pero mis oídos pésimos para la música, captan las indecentes vibraciones de la mentira en rangos tan altos y profundos que los murciélagos me veneran.

Las mentiras siempre son graciosas y la verdad atufa tanto a mediocridad que resulta deprimente.

Soy suspicaz como un dios, susceptible y sistemáticamente escéptico.

Las putas por ejemplo (profesionales y profesionales sin cobrar y sin saberlo), en toda conversación y con mucha dignidad siempre dicen que van con la verdad por delante. Es irónico ¿no? Porque luego, durante o tras el servicio, te dicen que eres un machote y aún mastican chicle aburridas. No lo dicen para que te lo creas, pero tampoco estamos ante esa sinceridad desgarradora, ser puta no está reñido con ser mediocre también. Ocurre lo mismo con los electricistas como yo.

También hay hombres que alardean de ultra sinceridad; pero yo no me acerco a ellos porque no soy maricón; prefiero a las putas por muy sinceras que sean.

Es una constante que, quien alardea de ir siempre con la verdad por delante, es un mentiroso de mierda. Una cosa es ir con la verdad y otra cosa es que te creas tus propias mentiras y las divulgues como dogmas grabados en piedra por un Moisés que ha fumado demasiada maría.

La verdad es tan voluble que no se puede exigir debido a su mutabilidad.

Hay un dicho: Si no quieres que te mientan, no preguntes.

Estoy de acuerdo.

Así que esos grandes ejemplos vivientes y monumentales, tótems de la más humana sinceridad, que usen sus verdades para hacer el desayuno de sus hijos o para la higiene íntima personal.

Y a trabajar, que la jodida sinceridad ni da de comer ni ganas de follar. Ni siquiera os da carisma, sinceros de los cojones.

viernes, 13 de noviembre de 2020

Coronaviernes 13


Hoy es viernes 13, mal día para las sociedades supersticiosas del cine de habla inglesa. Y como hay globalización, también para los gitanos.

A mí al igual que el martes 13 español, me la pela.

Es viernes 13, y para mayor inri, con coronavirus.

Es un tanto morboso observar a la gente caminar atemorizada y deprimida por dos frentes a la vez, por la enfermedad y la superstición.

Bueno, ambas cosas son nada en este momento, pura estafa y engaño; pero ellos se cagan por la pata abajo, como si Jason, que además lleva mascarilla, (es un maníaco profiláctico, no sé a qué vienen tantos remilgos y miedos) les rondara el cuello con un puñal de trescientos metros de largo cargado de pelotitas de virus.

Hoy definitivamente me da la risa también; a pesar de tanto peligro, Valiente Cabrón son mis apellidos.

Precioso…

¡Buuu!


Compañero de mimos


Esta mierda del compañero de mimos debe tratarse del siguiente acto de la dictadura de la cobardía, el que sigue a los aplausos a los carceleros fascistas del encarcelamiento de la primera ola del coronavirus. Y los aplausos a los sanitarios que nadie conocía, a las cajeras del súper y al barrendero que no barría. Al “quédate en casa, que todo irá bien, idiota”.

Es que me tienen asqueado. La edad mental de la chusma está retrocediendo peligrosamente hacia la deficiencia en la misma medida que la cobardía, el conformismo y la pasividad suben pudriéndoles el cerebro.

Qué coño vacuna… Extinción humana es lo que necesita el planeta.

jueves, 12 de noviembre de 2020

Soy un buitre


Escribo cosas raras, mezquinas, imposibles, dolorosas, humillantes, sórdidas, degeneradas. Y describo con precisión quirúrgica la mediocridad que me rodea asfixiándome.

Y escribo del amor cuando existe.

Soy el carroñero de la literatura.

Alguien debía hacer el trabajo.


El Black Friday del fascismo español

 


miércoles, 11 de noviembre de 2020

Lugares y libertad


Los animales nos cansamos de tanta lluvia. Necesitamos secarnos.

La libertad puede ser tan fría como calurosa, tan húmeda como seca, tan violenta como serena.

Tan bella como hermosa.

Y así te recuestas en la hierba al sol o te escondes en la fronda del bosque.

Y sin darte apenas cuenta has hecho del planeta tu hogar y de tu casa un mal menor.

Porque cuando te alejas de la naturaleza, por cerca que estés, sientes que pierdes el tiempo malgastándolo en un lugar que ya no es tuyo y limita demasiado tu horizonte, ergo tu libertad. 


El santo patrón de los delincuentes


La delincuencia española debería declarar cualquier día del año elegido al azar, al coronavirus como patrón; agradeciendo así que gracias al encarcelamiento, la represión y el toque de queda del nuevo y normal fascismo español del coronavirus contra la ciudadanía; se han sacado a la policía de encima y así pueden robar a quien quieran y como quieran, sobre todo negocios ya permanentemente cerrados como gimnasios, bares y restaurantes; con absoluta comodidad y seguridad.

Incluso hoy mismo podría ser un día majo para dedicarlo a San Coronavirus o Santa Lacoví de los Delincuentes Descalzos del Amor de Jesús.

Y que sea por muchos años, que la bofia o policía, e incluso los voluntas de cruz roja y protección civil; se dediquen exclusivamente al acoso y agresión  al ciudadano inocente (les es mucho más fácil, seguro y divertido que vérselas con delincuentes; cobrando lo mismo… es lógico), robando su libertad y humillándolo con el uso paranoico y peligroso del bozal.

Y así, los atareados delincuentes puedan trabajar ya en paz para siempre.

Los cuerpos de seguridad del estado y privados (pero del estado también), se podrían ver beneficiados por la generosidad de la delincuencia española, al recibir un buen aguinaldo en agradecimiento al buen rollo que tienen ahora con la bofia; que se dedica exclusivamente a la vigilancia y acoso del ciudadano inocente, o sin historial delictivo; y pasan así las noches muy tranquilas patrullando lentamente con la seguridad que da ser amigos de los criminales y que los ciudadanos permanezcan debidamente encarcelados.

Incluso, en tan señalado día de la delincuencia española, podría decretar el nuevo y normal fascismo español, veinticuatro horas de encarcelamiento para todos los ciudadanos y dejar así que los afanosos criminales tengan un día relajado e impune como festejo a su patrón.


La información diaria española del coronavirus y su fascismo


Y aquí tenemos los regalazos de la prensa de un martes de mierda, Diez de Noviembre del Año de Nuestro Señor Coronavirus 2020.

Business Insider (¿dónde habrá comprado semejante cosa el fascismo español?) habla de que se volverán locos muchos. Bueno, si muchos que se lo creen son idiotas puede que la locura arregle algo. Debemos ser optimistas en esta época de terror y encarcelamiento domiciliario. Y lo que se callan muy zorros para mañana tener otro titular fácil, es que el coronavirus encoge dramáticamente el pene y las tetas. Y que analizaran a 69 millones de personas, es para partirse de risa por lo infantil de la mentira, y todos en un par de días. No jodas….

Y la cadena de televisión española La Sexta (de lo más amarillo, mentiroso y populista que existe en el mundo mundial de la información), aporta un bodrio de video, del cual podemos tener la absoluta garantía de que es una farsa más pagada por el nuevo y normal fascismo español del coronavirus. Yo no lo he visto, no puedo perder el tiempo en imbecilidades. Una foto vale, pero no soporto un video del gobierno y su prensa prostituta que sea más largo de un segundo.

El mensaje es claro: si no quieres sonda anal, obedece a tus nuevos y normales amos fascistas, ellos son tu salvación.

Decadencia de una sociedad

 


martes, 10 de noviembre de 2020

Ya han vuelto los serenos del franquismo asesino



Lo van a extender hasta convertirlo en normal, como es su fascismo de mierda.

Su toque de queda mierdoso lo van a eternizar como se eternizan los asesinos dictadores durante décadas.

Los caudillos españoles y sus secuaces los caciques autonómicos del nuevo y normal fascismo español, van a hacer de su glorioso toque de queda mierdoso, algo crónico como una enfermedad.

Y tendremos sin descanso, cada noche a los perros husmeando hambrientos en sus patrullas que avanzan lentas como reptiles venenosos a la caza, sedientos de recaudar dinero con sus bozales bien ajustados, para añadir a la impunidad ocultación. El coronavirus va de la mano del engaño, la ignorancia, el abuso y la corrupción.

Ya han vuelto los serviles, fieros e ignorantes serenos del franquismo asesino. Ahora, al igual que en China, a los perros con bozal se han de sumar los nuevos verdugos del régimen fascista español; se atisban nuevas actividades para paliar la ruina económica española. Lo que el coronavirus no mate, lo harán sus funcionarios verdugos.

La democracia se la han enrollado y metido en el ano profundamente.

Aunque nunca fue democracia de mierda.


lunes, 9 de noviembre de 2020

No descanses en paz


Si has vivido en paz, no desees descansar también en ella; porque es más de lo mismo.

Es muy posible que si mueres en paz, no puedas luego suicidarte en esa vida eterna, arrepentido de haberte metido en todo ese hastío de meliflua y eterna serenidad.

domingo, 8 de noviembre de 2020

De avestruces, caracoles e imbéciles


¿Es posible lo que estoy viviendo? ¿Que la imbecilidad haya llegado al límite de que gobernantes y gobernados crean que escondiéndose y dejando de vivir, la enfermedad se marchará aburrida al espacio exterior?

Que lo hagan los avestruces y caracoles es comprensible; pero ¿qué espantosa e indigna inteligencia puede tener un avestruz humano para dejar en manos de un político caracol, ladrón y analfabeto su libertad, salud y comida?

El planeta necesita una lepra fulminante, veloz como un infarto para depurar de una vez a la especie humana. Y extinguirla si no hay otra. Mientras muere la gente batiendo récords de velocidad, los crédulos podrían rezar así, con verdadero fervor y fe. Morir beato, es entrada gratuita al cielo.

Entre morir de asco o de enfermedad, me quedo con lo último, al menos con una aspirina calmas el dolor de cabeza. El asco no tiene paliativo alguno.

La imbecilidad requiere de sacrificio cruento, bien por tiro en la nuca, bien por veneno en las redes de agua potable. Algo parecido a lo que ahora se ha puesto de moda: matar visones por divertimento de coronavirus.

Siempre lo he dicho, con la fertilización artificial de hembras humanas, solo podía ir todo a peor.

El coronavirus intenta arreglarlo, pero hay tanto imbécil/avestruz/caracol, que no llega a pudrir los pulmones de los muchos y necesarios para ser una bendición.

Al final, lo que el coronavirus no mate, lo hará el hambre y la violencia.

Con lo rápido que sería una epidemia de derrames cerebrales…

Mierda, la cuestión es joder.

Otoño, los colores de la muerte



El otoño nace de la tierra que cambia la verde savia por una sangre venenosa.

Potente y radiactiva.

Los trágicos colores del otoño es la descomposición de los cadáveres todos que el planeta intenta escupir desde sus entrañas enfermas de tanta muerte.

Y en una lucha imposible de vencer las cosas vivas viran suave y letalmente al negro corrupto, hasta que llega la uniformidad gris del invierno que honra a los muertos todos.

La grisentería es silencio y paz tras la batalla.

Hasta una primavera en la que no todos los seres están seguros de poder llegar.


sábado, 7 de noviembre de 2020

Las perturbadoras maritetas


En un mural sobre hormigón hay estas cosas que me han hecho pensar seriamente sobre la decencia de la infantil inocencia.

Primero pensé que eran mariposas tetonas, luego pensé que bien podrían ser tetas voladoras.

Luego pensé que si volaran de verdad, las acogería en mi regazo, bien calentitas en mis hirvientes y lácteos testículos.

Luego en lamer esos preciosos y apetecibles pezones rosados.

Y me sobrevino una vergonzosa erección al imaginar sus erráticos y absolutamente voluptuosos movimientos al volar. Como mujer maciza corriendo por el parque; pero con más psicodelia.

Obsérvese que por lo emborronados que están los pezones, algunos ya se han arrodillado para mamarlos. Mi intuición para las cosas del follar y las depravaciones sexuales y reproductoras es de una precisión de cuatrocientos mil putos millones de tetapixeles, tetra… tetrapixeles

Me alegra no llegar a ese grado de degradación humana mamadora; mi erección así, es simple pecado venial; perfectamente perdonable e incluso aconsejable.

No he fotografiado en modo macro, no solo por el asunto del contexto y  la perspectiva general; es que me da grima acercarme demasiado a la pared, seguro que hay la suficiente sustancia orgánica para provocar cientos de embarazos, gonorreas y sífilis. Amén del santo coronavirus, claro.

viernes, 6 de noviembre de 2020

Las divertidas proporcionalidades



La alegría es inversamente proporcional al conocimiento y la elegancia.

La idiocia es directamente proporcional a la alegría.

La masturbación es directamente proporcional al aburrimiento.

El conocimiento debería ser proporcional a la edad; pero en la práctica se ha demostrado científicamente que es inverso.

La edad es directamente proporcional a la muerte, al cáncer de próstata y de mama.

Mi alegría es directamente proporcional a la magnitud de los accidentes sísmicos, cósmicos, meteorológicos, nucleares, bélicos y biológicos.

Llamadme anti cristo, si os place, no tengo ningún tipo de reparo en ello.

Mi vanidad es directamente proporcional a la masturbación.

Planes caseros para tu próximo encarcelamiento




Metafísica o metahastío


En su Metafísica, Aristóteles no consigue comprender sus propias ideas. Debería ser un anciano con las neuronas muy, muy, muy enfermas.

Filólogos, filósofos y otras rarezas que han pretendido entenderlo, han hecho girar una botella vacía de cerveza en el suelo para elegir una explicación que publicar en su ensayo.

Y los que no han leído a Aristóteles, sonríen ufanos de no haber perdido un tiempo precioso entre “del ser en tanto que ser”, “la unidad en tanto que unidad” o “la sustancia en tanto que sustancia”.

Aún me rechinan los dientes al evocar las seis primeras páginas de El Castillo de Kafka y su mediocridad, monotonía y repetición de las vicisitudes del puto agrimensor K.

El Castillo lo convertí en combustible para una hoguera de verbena de San Juan; la Metafísica es en formato electrónico, enganchado a un libro de “grandes” obras de la literatura o antología y no lo puedo quemar. Pero puedo colocar un comentario donde me salga la polla avisándome a mí mismo del hastío de leerlo e insultar a Aristóteles.

Tropezar dos veces con la misma piedra, resulta tan vergonzoso, como embarazoso e irritante.


Leyes para los sin cerebro


Y en esto pierde el tiempo el nuevo gobierno fascista español normal del coronavirus: en instruir lo que es un “sí”, porque teme que además de una población enferma y ruinosa, sea además absolutamente idiota para entender un gesto o una emoción.

Y de hecho están en lo cierto, la población española es tan hipócrita, decadente y cobarde, que no dice “sí” o “no”, para no ser criticada en las redes sociales de extremista e intolerante y perder así, unos cuantos “me gusta”.

Así que el gobierno fascista español, está dispuesto a dar una lección de Barrio Sésamo sobre el “sí” y el “no”; y además legislarlo con una gran nómina de expertos de mierda.

España es ya una colonia china


Dos formas de informar sobre la censura china española, la primera (La Vanguardia) con dulzura y democracia de mierda (muestra de la prostitución más baja de la prensa), la segunda (La Razón) tal y como es la realidad: censura y férreo control dictatorial.

El Gobierno Español del Nuevo Fascismo Normal del Coronavirus, es un satélite de China y su fascismo homicida.

La prisión, de nuevo, para el pueblo español está peligrosamente cerca. Letal para la libertad, devastadora para la salud y una plaga de ruina y hambre.