lunes, 23 de agosto de 2010

Batallitas de médicos


Cómo le gusta a la peña alardear de su mala salud y de lo mucho que les operan, o de sus próximas operaciones.
Sinceramente, yo no voy al médico ni a que me haga un análisis de esperma la enfermera de carnosos labios de mi consultorio de unidad primaria.
Me marean, me aburren cuando uno le explica al otro que lo operaron de almorranas muy gordas y el otro le dice que para almorranas las suyas, que hasta se quedaba anémico cuando iba a cagar.
Y cada operación es peor y mucho más cruenta y todo es dolor ; pero sobre todo, valentía por parte de esos héroes del quirófano que aguantan con estoicismo toda clase de exploraciones prostáticas y vaginales con una pérfida y depravada sonrisa en sus rostros.
Eso cuando no disfrutan como cochinos cuando les extirpan las piedras de la vesícula y las llevan en su botecito para enseñar al mundo entero.
Qué asco.
Pues que los operen.
Un día de estos iré al médico para que me opere de este aburrimiento. Preciozo.

Buen sexo.
Iconoclasta

domingo, 8 de agosto de 2010

Comiendo en la playa



En el telediario han dicho: “Ante la crisis, la peña que va a la playa ha dejado de comer en los restaurantes y se trae la comida de casa...”.
Yo era muy pequeño cuando mi familia y cuatrocientos millones más, llevaban su neverita para que comiera toda la familia y no gastar ni un céntimo que no tenían en el restaurante.
Me jode que insulten mi inteligencia, porque sigo yendo a la playa y siempre he visto como los grandes y pequeños rebaños familiares ocupan un espacio importante montando sus mesas, sus neveras, bebidas y sombrillas.
Los que inventan las noticias mienten como bellacos porque saben que el pueblo es idiota y no tiene memoria, la gente vulgar no sabe ni de donde salen sus pedos.
Es la típica noticia que patrocina el poder para tener a la gente acobardada y que entiendan que si los joden más, es porque algún día podrán volver a comer sentados en una silla de un restaurante donde nunca estuvieron.
Y muchos desgraciados que no tienen una mierda, se inventarán recuerdos de tiempos en los que un día iban a comer una paella a un restaurante malo de playa.
A mí me ofende que me suelten una mentira tan obvia y me apasiona ver como los ignorantes (y sobre todo los viejos pensionistas) se lo creen.
Vamos a ver, España sigue siendo como siempre e invariablemente un país pobre y tercermundista. No es ninguna novedad y hay que ser muy lerdo para tragar con buen humor según que noticias dan en la tele.
Que se metan en el culo su noticia bien envasada con una fiambrera para tortilla de patatas.
Comer en el restaurante de la playa. Y una mierda.
Qué erección más contradictoria la mía. Que compleja es mi dureza.


Buen sexo.
Iconoclasta