El otoño nace de la tierra que cambia la verde savia por una sangre venenosa.
Potente y radiactiva.
Los trágicos colores del otoño es la descomposición de los cadáveres todos que el planeta intenta escupir desde sus entrañas enfermas de tanta muerte.
Y en una lucha imposible de vencer las cosas vivas viran suave y letalmente al negro corrupto, hasta que llega la uniformidad gris del invierno que honra a los muertos todos.
La grisentería es silencio y paz tras la batalla.
Hasta una primavera en la que no todos los seres están seguros de poder llegar.
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