Groucho Marx alegó: “Surgiendo de la nada, la humanidad ha alcanzado las más altas cimas de la miseria”.
Tiene razón; pero en lo que a mí respecta, nací en la miseria esa adonde la humanidad ha trepado afanosamente.
Así que surgiendo de la miseria, YO, trepé veloz hacia la estratosfera del odio hasta alcanzar la perfección necesaria para no sentir la más mínima necesidad de piedad, en ningún momento.
Por ejemplo: ¿Se puede violar a Dios sin sentir luego la vergüenza del homosexualismo? ¿Jesucristo se mereció algunos latigazos más antes de clavarlo en la cruz? ¿Hubiera habido más redención con un clavo en cada pie?
Es tan extraño y apasionante lo que te lleva a conjeturar el odio perfecto…
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