He visto en una mala película lucir a un agente del FBI un reloj por el que no pagaría más de veinte euros siendo muy generoso.
Lo cual me hace pensar que, o era un limpiador de cines disfrazado de agente investigador; o bien el FBI ha copiado de la industria de la moda (en sus fábricas del tercer mundo) los jornales de arroceros y así paga a sus lumbreras investigadoras.
Si le mostrara alguno de mis relojes a ese supuesto agente del FBI, lloraría amargamente y decidiría cambiar su profesión por la fontanería y la electricidad.
Y la peli se iría a la mierda.
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