jueves, 5 de noviembre de 2020

El mothman



El inquietante, el que porta el mal.

El que encuentras en un túnel dibujado en el muro de hormigón como una mariposa inocente y algo te dice que escapes. Ver el mothman es mirar directamente la muerte cuando te observa con sus ojos negros como las fosas de los cadáveres no amados.

Llueve con fuerza, así que mientras fumo, me permito cautivarme de su mirada sin rostro hasta la inquietud.

El hombre polilla presagia: te pudrirás en vida.

Bueno, no es novedad.

Acabo de fumar el cigarrillo y escupo sangre con una tos.

Es perturbador; sin embargo sonrío con los dientes manchados de rojo, me ha gustado que la magia se haya hecho realidad y ser un maldito. Soy un romántico.

Llueve con más fuerza; prefiero pudrirme caminando.

Le lanzo la colilla ensangrentada con hostilidad.

Sus ojos dicen que no llegaré lejos.

En efecto, se me han quebrado las piernas y las tibias astilladas asoman entre la tela del pantalón. Duele un millón de unidades de dolor.

Coño, empieza a preocuparme.

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