El problema como siempre, es la envidia. Da igual que seas hembra o macho.
Siempre te intentan torpedear si haces las cosas diferentes o mejor que los idiotas.
Sobre todo si piensas de forma autónoma.
Es una máxima de esta sociedad del unipensamiento y la policobardía.
Si te sales del rebaño, serás castigado.
No hay más que recordar a Juan Salvador Gaviota, la envidia es antigua como el mar.
Y es que el ser humano, no evolucionó para estar comiendo hierba todo el día y luego, ser descuartizado en un matadero.
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