Israel ha sido uno de los países más venenosos para la libertad y la salud de su población (a excepción de China y España, número uno y dos respectivamente). O sea que ha sido una de las dictaduras más duras que se han impuesto contra la población a cuenta del coronavirus.
Y ahora, después de destrozar durante casi dos años las libertades mínimamente biológicas, van a volver la idea de aquellos otros expertos y “herejes” del neonazismo, que aconsejaban sin grandes restricciones y sin necesidad de arruinar a la población y doblegarla, que se adquiriera de una forma natural la inmunidad frente al virus.
Lo más denigrante y repugnante es que españoles, chinos, israelís y todo tipo de fascismo mundial del coronavirus, a la larga saldrá ileso del delito de lesa humanidad que han cometido contra la población al negarle sus mínimos derechos biológicos como el respirar o el sustento vital.
Porque el planeta entero está gobernado por una caterva de gobiernos ladrones hijos de la gran puta. Cobardes como la zorra que los parió, tan venenosos como auténticas víboras. Ambiciosos como es por definición cualquier puto político de mierda.
El puto gobierno español con sus encarcelamientos y su puta mascarilla a cielo abierto. Qué hijoputa asesino...
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