sábado, 11 de diciembre de 2021

Los titulares de la catequesis del fascismo, su miedo e ignorancia


España ha hecho las cosas necesarias para asentar definitivamente el nuevo y normal nazismo: ha culpabilizado y cargado contra los no vacunados de los contagios y ha instaurado la obligatoriedad del brazalete nazi para diferenciar a los ciudadanos afines al estado y a los disidentes.

Exactamente como ha hecho el resto de los países neonazis europeos.

El siguiente paso es vacunar a los niños sea como sea, donde sea y con la humillación que sea; pasándose por el culo la decisión de los padres. Resulta que ahora, al ver que los contagios han aumentado a pesar de la segregación ideológica y racial de los no vacunados, los culpables de los contagios van a ser los niños.

Claro que, para un pueblo cobarde y posfranquista es muy difícil entender que si solo los que portan el brazalete nazi o certificado de coronavirus pueden acceder a determinados sitios y, suben con alegría los contagios; es que las vacunas no hacen su trabajo y la orgía de contagios es entre vacunados y con bozal a “full time”; pero como el fin es la segregación y eliminación de no vacunados, es correcto para el nazismo español. Son cosas que una población decadente, adoctrinada y cobarde no puede entender porque no es lo que dice la televisión ni su teléfono móvil.

Las taifas autonómicas españolas con más contagios, son las gobernadas por los caciques autonómicos más fascistas y feroces, las que han reventado cualquier concepto de libertad y derechos fundamentales. Las que han perseguido, acosado y segregado a su población.

Las que ostentan el número de jueces más corruptos y las que tienen acceso, en caso de no tenerlos, a los jueces propiedad del Gobierno Central Penitenciario Fascista Español del Coronavirus (en un arrebato de jocosa burla los llaman “los del constitucional”).

Los jerarcas neofascistas deberían limpiarse su probóscide esnifadora blanca y corrupta.

Del ómicron, no han aprendido nada. El ómicron ha sido la excusa (en forma de alarma para la sumisión de la población gallinácea) para pisar a fondo el pedal de aceleración del neonazismo de las falsas democracias europeas y occidentales en general, solo han sido más octanos para el motor genocida del neonazismo mundial.

Netflix o Amazon harían una buena serie con todo este nazismo (nuevo y normal, of course).

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