viernes, 10 de diciembre de 2021

El fascismo necesita borrachos, no fumadores. Nueva Zelanda es feroz y rápida


Es fascinante observar como la lepra del neonazismo que ha robado todo derecho y libertad en todo el planeta mediante el coronavirus, sigue planificando su estrategia de esclavización y castración intelectual ya a décadas vista; gracias a la mansedumbre que han demostrado las poblaciones de los países infectados de fascismo.

El total dominio del neonazismo sobre los medios de comunicación es absoluto, absolutista hasta la náusea.

El alcohol es la única droga que aceptará el nuevo Nazismo pseudo Sanitario; y para ellos, para los nuevos y normales jerarcas nazis, quedará además la cocaína que ahora tiene que rascar el servicio de limpieza de la porcelana de los lavabos de las cortes, parlamentos, juzgados y ministerios de todos los países que han instaurado su terror fascista de coronavirus.

Según esta noticia, Nueva Zelanda será de los primeros nazismos en poseer esclavos nacidos que no pidan libertad y que ofrezcan las venas de su cuerpo para ser inoculados con lo que los actuales y futuros führers decreten.

Es como asistir a una película donde una monstruosa babosa venenosa, arrasa a toda la humanidad hasta convertirla en mierda que camina a dos patas.

Borrachos sí, fumar y reflexionando, no.

Es tanto como decir que la libertad es enfermedad.

Es mucho más grotesco de lo que cualquiera pudiera pensar.

Los actuales líderes políticos son auténticos tumores malignos para la libertad, la inteligencia y el individuo como ser pensante.

Asisto a una mala película con malos actores, con un guion previsible y un decorado mediocre; pero es fascinante ver como toda esa mierda avanza imparable por encima de una ciudadanía llamada a la esclavitud y a la narcosis eterna del alcohol en cámara lenta.

Pobres neozelandeses, serán los primeros en morir como seres humanos, y los primeros en nacer como cerdos de granja.

Fuma y piensa, aunque sea por pura rebeldía, porque apenas queda tiempo para ejercer la libertad del pensamiento siquiera.


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