Es hora de no morir, de aspirar una bocanada de aire gélido y seguir combatiendo ese cáncer que lo hace todo igual: la mediocridad. Toda una galería de decepciones y estupidez que me espera ahí fuera. Amo la lucha que me hiere y hace fuerte. Que me mantiene pobre y absurdamente valiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario