viernes, 9 de julio de 2021

Es lógico, los cabestros deben comer pasto


Es lógico que el Nuevo y Normal Gobierno Fascista Español del Coronavirus, decrete que es lo que no deben comer sus habitantes. O que se salga por la tangente con su fascismo de mierda algún sectario trasnochado del viejo Soviet Supremo de la URSS.

De hecho, hace muchísimos años, se prohibió el acceso del marisco especulando su precio (siempre se ha dicho que es un gran alimento para el cerebro) muy al alza, hasta el robo impune. Y también se ha sancionado el inofensivo consumo del azúcar, porque es energía para el organismo, la glucosa es el alimento del cerebro (Cataluña fue pionera en castigar el consumo de refrescos y creo recordar que si no es la única, es de las pocas que roban dinero por algo tan inofensivo. Alegaba el caciquismo fascista catalán que no quería catalanes gordos porque no es el estándar ario catalán. Pero en su pensamiento fascista estaban pensando, que si no hay cerebro ¿para que alimentarlo con azúcar? Por supuesto, las bebidas alcohólicas no se castigaron con sobretasas, porque vale más un votante borracho y obediente que otro con el cerebro bien alimentado). Que ahora el nuevo y normal fascismo español del coronavirus pretenda decir a la gente que no coma carne, es por la sencilla razón de robarle fuerza física y darle una mayor mansedumbre. Si le quitas a un omnívoro su alimentación proteínica, su carácter se hará más dulce y amable y podrán controlarlos a todos (véanse las felices y bucólicas vacas), que irán cogidos de la mano mascando ortigas o cardos con el bozalito en el hocico cantando el “yo me quedo en casa, yo y mi bozal, yo me vacuno y todo irá bien de mierda”.

Y todas estas ideologías fascistas las imponen a pesar de la ruina que representaría para la economía del trabajador. (Y a pesar de que no me sale de los huevos dejar de comer carne y beber Cocacola en la cantidad que también, me salga de la polla ¿Qué tendrá el fascismo que me hace fumar y beber más Cocacola que nunca?).

Así de paso, serenan la posible hostilidad de los futuros pensionistas por el robo a sus jubilaciones y derechos a una vejez digna. Y si además, decretan otros días de prisión por pura maldad; pues nadie dirá ni “muuuu”.

El fascismo español está llegando a unos límites muy peligrosos para la salud y la inteligencia.

Imagino que son los últimos coletazos rabiosos de los caciques autonómicos, ministros, jueces y caudillos que pretenden dominar los más íntimos aspectos de los ciudadanos antes de poner al ejército en las calles para controlar a la población y sus hábitos.

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