Como España es tradicionalmente un estado penitenciario de largos toques de queda, de muchos meses de encarcelamiento ciudadano y su persecución. Y además está prohibidísimo respirar libre y decentemente (si alguien respira sano, es ir contra el fascismo de la covid) pues nadie se manifiesta contra el nuevo y normal fascismo imperante. Se soplan las uñas mientras guardan prisión en sus casas y miran los telementideros con fe católica, de tal modo, que alguien pudiera confundir España con un inmenso cotolengo. El cotolengo de las championsligui (parafraseando al zapatero), el más grande del mundo.
Por ello, no entra en el concepto “por el mundo”.
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