martes, 25 de julio de 2023

tg--La guerra y la decadente España infantilizada e ingenua--ic

Esperemos que el Caudillo Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario, tenga en sus manos el apoyo y el mando del ejército. Y que Cataluña tenga también un ejército potente. Porque será la única forma posible de que tras un referéndum, el Estado y su ejército acepten la independencia de Cataluña o cualquier otra región española de forma pacífica.

Eso no ha ocurrido jamás en la historia, ni siquiera en la era colonial o de imperios. Los que han querido recuperar su territorio y autonomía anterior, han debido entrar en guerra.

Todo ciudadano con un mínimo de conocimiento del mundo donde vive, debería saber que ningún estado del mundo ha cedido democrática o amablemente parte de su territorio.

Los territorios se ganan con guerras y sus muertes. Por mucho pendón arcoíris que vistan sus instituciones y buen rollito de las serpientes venenosas que son los políticos, habrá otra vez (como ahora en la guerra ruso-ucraniana) muertos.

De hecho, la exigencia de los políticos catalanes de la gestión íntegra de la red ferrovial de Cercanías de Cataluña, es un acto táctico bélico ante una más que posible guerra. Tener el control del territorio y la exclusividad del reparto de tropas y munición es una necesidad básica para enfrentar la posible guerra territorial.

A las bombas y las balas, les suda la polla los niños, viejos, enfermos y tullidos. Eso es algo que si nadie ha aprendido de la historia, comience a informarse si consigue encontrar algún libro o documento no pervertido a la memoria histórica por el Caudillo Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario.

Y claro que morirá gente de ambos bandos, la cuestión es quién mata más y más rápidamente. Los pactos y promesas en guerra son papel para limpiarse el culo. De fondo será una guerra civil; pero básicamente será territorial. Una vez acabada la guerra, habrá miles de muertes por la limpieza ideológica o “étnica” y la purga de disidentes, sea cual sea quien gane.

Al enemigo ni agua, es algo básico en todas las guerras, en toda época.

Es la única forma posible de ganar un territorio: por la violencia y su muerte, por la ruina, el hambre y la enfermedad.

Ningún estado del mundo hasta ahora, ha cedido su territorio gratis y celebrándolo con orgías de cocaína y sexo sodomita entre los políticos reunidos.

Pervertir la historia hasta el punto de que una sociedad ignorante e infantil piense que puede, por un simple referéndum, erigirse en nación; es una de esas ideas estúpidas que solo se pueden dar en una sociedad inculta hasta la risa.

Todas las naciones del mundo se reirían de semejante ocurrencia.

Es como si la guerra ruso-ucraniana no mostrara la realidad del mundo a una población imbecilizada con ese velo de infantilismo e ignorancia como la española. El mismo velo que Hitler impuso en su población para que asesinara judíos libre y festivamente.

Si quieres un territorio lo debes ganar en una guerra. No hay otra opción.

Y por cierto, la guerra forma parte del instinto territorial de la especie humana. Territorio es vida y ausencia de él, muerte.

No hay otra opción que la violencia.

Salvo la del político, que en el exilio está a salvo de los disparos, bombas y el hambre. Y si se hiciera independiente el territorio en cuestión, volvería del exilio orondo como un cerdo para gobernar con mano que no tiembla su reino.


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