De verdad que salir de vacaciones o trabajo al extranjero y decir que eres español, debe ser la risa de los nativos.
Nos ven como gallinas asustadas de vivir en su propio país, dejando en su caminar una estela de huevos del susto tras de sí.
Y cuando el nativo del país que visitamos nos identifique como españoles, nos pondrá un bebedero delante del pico con bozal y extenderá la mano con un puñado de semillas caducadas para que picoteemos asustadas mientras se graba en video para tictoc.
No es extraño que Marruecos quiera invadir España dada la “valentía” de los españoles que se cagan por la pata abajo cuando hace calor.
Si yo fuera moro, me moriría de risa en el desierto leyendo noticias de las aterrorizadas gallinas españolas.
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