¿Le da vergüenza al redactor hablar de enfermedades venéreas y por ello usa el eufemismo de “transmisión sexual”? ¿O simplemente es un provinciano pedante que se cree muy científico, el pobre imbécil? Deberían los periodistas volver a la escuela de nuevo, no a esta actual; sino a una decente y con dignidad, donde la palabra no dé miedo y donde los docentes no se confundan con indecentes colaboracionistas del oscurantismo nazi.
Está bien que inventen noticias para los idiotas; pero es que ya, la prensa prostituida al nazismo del coronavirus en las falsas democracias, no tiene cuidado alguno.
Este “problema de repunte” de enfermedades venéreas es una cochina mentira, y si no que les pregunten a los dermatólogos (que son los que tratan en primer lugar las enfermedades venéreas, hay secciones en los hospitales de dermatología médico-quirúrgica y venereología).
La proporción de contagios es la misma o menor que la de hace unos pocos años atrás.
Lo que pasa, es que cuanta más gente hay en el mundo, más mal follan y más contagios de venéreas; pero es muy fácil concluir que jamás ha estado más sana la peña que hoy día por los avances de la ciencia.
Y que la proporción de contagios por mal follar, es mucho inferior a la de hace ciento cincuenta años. Apenas hay ya putas ofreciéndote su coño o una mamada con la voz ronca de la sífilis.
No hay problema de repunte mierdoso, simplemente el nazismo penitenciario maricón sanitario mundial, busca crear más alarma y recetar más mierda para generar riqueza en sus cuentas bancarias, en las de los políticos sanitarios y las compañías farmacéuticas que no quieren perder la clientela del resfriado del coronavirus.
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