¿Y tendrán ordeñadoras eléctricas en sus escaños?
A mí me parece bien que las feministas del anuncio se sientan igual que vacas.
Las ubres no se parecen en nada; pero es una cuestión conceptual, salta a la vista.
Otro teatrillo tonto y sórdido de una sociedad absolutamente decadente, cobarde, ignorante, obediente y crédula hasta la indignidad.
Veremos si las vacas quieren ser basura humana o bien seguir siendo seres dignos.
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