Pues es todo un pardillo el Caudillo Nazi Penitenciario Homosexual Sanitario. No sé qué lee o qué entiende; pero da miedo lo informado (mal) que está.
Y además, se jacta de que ha sido otro gran problema en su mandato real nazi.
No jodas, tantos educadores que pagamos para que aprenda a hablar, escribir y entender; y que no sirven para nada.
Absolutamente provinciano e infantil el Súper Caudillo Sanitario.
Lo mejor de sus superpoderes: es inmune al ridículo y su gran e inagotable fuerza para luchar contra el núcleo de La Tierra. Fuerza que nace de esos gramos de farlopa que tanto aspira por la napia, muy superado él emocional y teatralmente por el fin del planeta y la peligrosa misión para la que ha sido designado por Dios y los homosexuales: salvarlo.
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