viernes, 18 de febrero de 2022

Sí, auténticas princesitas Disney

Eso de “Creo” es algo muy vago, no hay que tener miedo a afirmar: los hombres se han amariconado cosa mala. Desde aquellos días aciagos que comenzaron a depilarse las patas, todo ha ido peor.

Algunos, quiero imaginar, que aprovechan su tendencia maricona para follar con mujeres radicales por el puro placer de apuntarse un tanto.

Pero en la encarcelación por decreto del Caudillo Español Nazi del Coronavirus, y usando el bozal (mascarilla en argot nazi), los “machos” se han roto las manos aplaudiendo como niñitas de seis años y han calzado en sus hocicos los bozales más in y su mirada más idiota, ya que no tenían lengua que asomar ni labios para decir obscenidades con sutiles susurros.

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