miércoles, 23 de febrero de 2022

Contra la nueva normalidad fascista, cigarrillos de la risa

Y es que después de tanta represión, acosos, encarcelamientos, segregación, ruina y respiración podrida, es normal que la peña quiera fumarse un cigarrillo de la risa tras casi dos años de ruina y humillación, no puede hacer daño.

Los dictadores han de conocer también cuando han llegado al límite para que la cuerda no mate definitivamente a los que los mantienen con su trabajo (el que lo tenga) y sus nóminas míseras, en el poder.

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