viernes, 4 de febrero de 2022

La sabiduría que no aporta alegría al sabio

Por poco que te acerques y estés lejos, el cormorán huye. La garza, sin embargo, no es temerosa del ser humano; necesitas ir hacia ella y acercarte bastante (30 o 40 m.) para que huya.

Son cosas de poca utilidad que uno aprende en la naturaleza.

¡Qué triste!

No hay comentarios: