No hay nada más que se agarre a la carne y a la sangre que una garrapata y el Cacique Autonómico Nazi Valenciano no quiere devolver ni una sola de las libertades que ha robado, y mucho menos permitiría que el bozal (mascarilla en argot político nazi) fuera de uso libre a cielo abierto; porque simplemente cuando el cerdo prueba la sangre no quiere otra cosa. Su bozal es su poder adquirido, nació el puerco para dominar a todos los seres que están bajo su mano que no tiembla y ha hecho de su propia cobardía y analfabetismo, la de su plebe.
Eso sin contar el dinero del contribuyente que gasta en comprar jueces corruptos para que avalen sus decretos insalubres, segregacionistas y nazistas. Decretos e ideas de loco con complejo mesiánico que no han servido para una mierda, solo para enfermar y humillar a la población
Así que encontrarse en España con estos Caciques que se sienten verdaderos Caudillos, empieza a ser una fiebre que no se cura. Si estos cerdos pudieran, crearían campos de concentración con hornos crematorios a plena potencia.
La garrapata se aferra a su dictadura y el poder usurpado con una legalidad y un gobierno corruptos, es su naturaleza podrida e indecente.
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