martes, 8 de febrero de 2022

Cobardía y mentira de la Nueva Normalidad Nazi Canadiense

 

Lo que ocurre con el gobierno canadiense nazi, es que es cobarde, como su primer ministro Her Trudeau (ese con ademanes afeminados). Todo gobierno que usa su autoridad para negar por la fuerza y la coacción el sustento y la mínima libertad a la población, es cobarde. Por ello, cuando alguien defiende su vida y su sustento vital contra la dictadura asesina que lo oprime, este gobierno nazi se acobarda. Sus fascistas mentes no pueden comprender que unos cuantos de miles se nieguen a morir de hambre y asfixiados.

La Nueva Normalidad Nazista que ha suplantado las corruptas democracias occidentales está formada por burócratas e ideólogos de la corporación con un importante retraso mental. Gente que ha asumido ser auténticos mesías salvadores de la vida humana.

Y esta Nueva Normalidad Nazi ha hecho de Canadá un inmenso campo de concentración gobernado por un dictador de pocas luces; pero mentalmente perturbado. Peligrosamente genocida.

Ha tenido la ilusión el Caudillo Canadiense de que sus reclusos serían aquellos obedientes judíos que Hitler masacró sin apenas más que anecdóticas resistencias.

Cuando un gobierno está formado por degenerados burócratas, es fácil que hayan muertos a balazos y gente que prefiera la violencia a morir de hambre.

De lo que va ahora la cosa, es que esta manifestación, la caravana de camiones por la libertad en Ottawa, según dice la policía canadiense en prensa y muchos ciudadanos, no es violenta; pero el nazismo cobarde miente y quiere una excusa para eliminar a la disidencia que no se deja matar de hambre y asco. El gobierno canadiense nazi, pretende hacer de la disidencia y la desobediencia social un crimen violento y tener así, la excusa perfecta para, con el ejército, matar a los disidentes. Es auténtico terrorismo de estado.

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