¿Te das cuenta, cielo? Estás en el sonido del agua, en la caricia de la hierba, en el rumor de las ramas, en la calidez de la luz y en el dulce aire.
En mis pulmones, en mi piel, en mis ojos, en mis oídos, en mi boca…
Tiene sentido, precisión y literalidad cuando afirmo que eres mi mundo.
No siempre las metáforas son eufemismos o sarcasmos ¿sabes?
A veces verdad y belleza se funden y hacen un lugar excelso, o un tiempo, no sé…
A veces, porque solo ocurre contigo.
El amor no crea la belleza de un lugar, solo enumera deseos.
Tú eres creación.
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