viernes, 11 de diciembre de 2020

Condenado a pagar


No ha quedado nada de lo que el hombre fue. Se convirtió en una bestia de granja, en una productora de la colmena.

Prostituyó su libertad por miedo, quiso una protección y pagó para ello a un timador que se convirtió en su rey.

Y aquella cobardía se hizo estigma para todas las nuevas generaciones.

No existe ningún pecado original, se trata una atávica cobardía ya inextirpable.

Y yo tengo que pagar, sin tener culpa alguna, de la cobardía de aquellos antiguos y lejanos hijos de puta.


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