Ya se ha demostrado que las mascarillas no han servido para nada, hay el mismo nivel de contagio de coronavirus que a principios de año, cuando surgió la epidemia y aún nadie usaba el bozal.
Y desde hace ya seis meses todo el mundo usa mascarilla, se puede ver por la calle cada día y en todo momento el nivel de obediencia y fe en el fascismo que el pueblo español tiene.
Hace tres meses, el nuevo y normal gobierno fascista español culpaba a la juventud de los contagios. Los persiguieron, la policía asaltaba las casas donde se reunían y cerró bares, les prohibió realizar cualquier encuentro, talmente como si fueran narcotraficantes; y nada ha cambiado.
Al fin encontraron la solución de imponer el toque de queda fascista por las noches. En estas actuales noches de represión y amenaza, solo rondan por las calles los serenos del franquismo, en este caso un fascismo inspirado en la tiranía china.
Y tampoco el nuevo y normal gobierno fascista de España, consigue frenar el coronavirus, sus contagios y muertes.
Ahora ya han dado el gran y máximo golpe a la libertad: ellos, las hienas fascistas que gobiernan han decretado cuántos, cuándo y dónde pueden reunirse las familias y amigos en las ñoñas y sobrevaloradas festividades navideñas.
Con ello, además de cerrar la boca a los mansos cabestros atemorizados, han conseguido crear en la mente infantil de la sociedad española, la idea de que los Caudillos están presentes en todas las casas; que sabrán si coméis en la mesa más de lo que ellos han decretado, a la espera de chutaros su vacuna, por la cual ganarán un chorro de dinero y se harán eternos en el poder (como el mismísimo presidente chino se autonombró).
En fin, que el mensaje navideño de los Caudillos españoles para estas fiestas va a ser el mismo que a principios de año: “Lo peor aún está por venir y nos esperan años durísimos, pero no me temblará la mano para meteros en la cárcel o fusilaros a todos, hijos de puta”. Y feliz navidad y próspero año de mierda tengáis todos”.
Cuando empiecen a funcionar los hornos crematorios, volverá a preguntarse la chusma, cómo se ha podido llegar a eso.
Es normal, la ignorancia duerme y seca el cerebro dedicándolo única y exclusivamente para las funciones más básicas de la población: comer, cagar, beber, mal follar, parir, trabajar, dormir y mear (en muchas ocasiones los cabestros no saben distinguir entre mear y cagar). A estas horas y gracias a los bandos doctrinales que el fascismo español ha emitido a todas horas y todos los días por todos los medios de comunicación que ha comprado u ocupado, los bozales y sus decretos de prisión; ya ha sido completamente anulada toda cualidad intelectual de la chusma española. Franco lo hizo asesinando, y el fascismo español instaurado a cuenta del coronavirus se ha impuesto negando tratamiento a las personas realmente graves y anulando todo tipo de libertad con el timo de la epidemia. Ha sido un golpe a la democracia, incluso aplaudido; hay españoles con las manos aún inflamadas del hartazón de aplaudir que se dieron desde de marzo a julio del 2020.
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