Todas las montañas exhalan vapor. Deben tener frío.
Me pregunto si es el vapor de la respiración de todos los seres que estamos en ellas, o es la tierra y sus cadáveres la que despide vapor.
Es un día tan húmedo y frío que es desapacible para el cuerpo.
Un día precioso para los sentidos y para el pensamiento. Eso sí, hay que darse prisa para admirarlo y meditar; y así evitar que las orejas se desprendan congeladas.
Nada es perfecto, es la historia de siempre.
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