miércoles, 23 de diciembre de 2020

De nuevo el gordo de la lotería de navidad


El premio gordo de la lotería de navidad salió y todo quisqui a quien no le ha tocado es partícipe, a través del telediario, de la alegría de los gilipollas injustamente afortunados que gritan muy felices, histéricos y ya borrachos.

Llamadme envidioso si os place, no reniego de ello. Me importa lo mismo ser envidioso que a la gran mayoría del populacho ser cobarde y manso.

Yo digo que lo que me toca, no me causa ningún tipo de alegría; aunque la premiada sea la abuela de Caperucita Roja a la que el lobo devoró sus cuatro extremidades y necesita dinero para el puto trasplante.

Tanto es así, que aunque gastara dinero en la lotería, preferiría que no me tocara para que nadie pudiera pensar de mí lo que pienso de los suertudos.

La empatía es una hoja de papel de periódico impresa con las cantidades de contagios y muertes por coronavirus, con la cual me limpio el culo si no hay algo más suave.

Que por cierto, en Cataluña la mafia fascista de los caciques autonómicos ha decretado para celebrar la lotería, una serie de medidas de represión mucho más fuertes y severas para que los catalanes se enteren de una vez por todas, que el fascismo del gobierno catalán es mucho más fuerte y efectivo que el de los Caudillos Sánchez e Iglesias.


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