jueves, 18 de noviembre de 2021

Es mucho fascismo, mezquindad y envidia


Y este cobarde 46 % además, es el que en tiempos de Franco te denunciaba a la policía política solo para conseguir un trato de favor; muchos fusilamientos fueron cosa de vecinos como este 46 %. Ocurría en la España Franquista día sí y día también.

Aunque yo hubiera dicho que son muchos más, durante el encarcelamiento que negaba el derecho al sustento vital, como trabajar para comer entre otras muchas otras cosas (el primero que decretó el Nuevo y Normal Gobierno Penitenciario Fascista Español del Coronavirus en el 2020), hubiera dicho que era un 90 %.

Cuando era niño, uno de los vecinos del segundo piso en la casa donde vivía, era de estos puercos que vivían observándote para denunciarte, me alegro de que esté muerto de hace muchos años. Un mierda, un tiparraco muy estricto al que le jodía que los niños usaran el ascensor para subir al séptimo piso, muy franquista señalando el letrero del ascensor que decía que estaba prohibido a menores. Cuando el ascensor funcionaba, se asomaba a la ventanita de la puerta para observar si había algún menor usándolo; si era así aporreaba la puerta y gritaba que lo parara y saliera. Está genial desde hace mucho tiempo: muerto y bien putrefacto.

Lo malo es que nació; pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena.

Porque el envidioso lo es por dinero y porque no puede soportar la libertad de pensamiento y acción que otros usan.

La envidia y la cobardía crean grandes cabestros obedientes y asesinos tras las ventanas y en los balcones de las casas. ¡Cuidado con ese porcentaje porque es absolutamente real!

El gobierno español podría exterminar a cientos de miles, y los del 46 % decir que se lo merecían por no ser obedientes. Justo lo que Alemania hizo con los judíos: con los alemanes bebiendo cerveza despreocupadamente mientras su “valiente” ejército incineraba cuerpos en los hornos (seguramente sería el mismo porcentaje que en España, como mínimo).

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