El cacique autonómico catalán está muy enfadado porque en su taifa nazi, sus ciudadanos mansos y obedientes aún no pueden lucir su brazalete nazi para entrar en los antros colaboracionistas con el régimen, como tabernuchas o burdeles (y todos aquellos locales de reunión nazi que se han decretado aptos para los vacunados).
En la foto podemos ver a los bichos con su bozal en sus cortes o parlamento pensando de sus lerdos secuaces y cómplices que fallaron en la implementación masiva del brazalete nazi:
¡Cojones! La madre que los parió…
¡Cojones! La madre que los parió…
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