lunes, 1 de noviembre de 2021

De patos y lerdos




Hay personas que dan comida a palomas y patos salvajes (si se puede llamar comida a unas mierdosas migas duras de pan enmohecidas) de forma habitual, ritual. Como si tuvieran pendiente alguna expiación.

Como un deber moral.

O sufren complejo de santos.

Los patos no necesitan las migajas miserables de nadie, ellos solitos se bastan para vivir.

Que no se crean los lerdos que los patos son tan indignos como sus vidas formadas por migajas de miseria y dejadez. 

Me causa una profunda antipatía esa ancianidad beatorra alimentando animales salvajes, con total seguridad, pensando que gracias a ellos pueden sobrevivir. Lo que me hace pensar que han sido alimentados igual; tal vez hayan pasado gran parte de su vida pidiendo con lloriqueos, apelando a la caridad de otros descerebrados.

Lo que sí tengo claro, es que si a un carcamal de éstos le das pan duro, no le gustará.

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