Y si lo quiere Bruselas, lo quiere el nazismo español, el austríaco, el australiano, el italiano, el francés, etc…
La Nueva y Normal Doctrina Gubernamental Nazi del coronavirus obliga a los habitantes que oprime y extorsiona a realizar un acto de fe: vacunarse con lo que no vacuna.
De la misma forma que el judaísmo obliga a la mutilación de la polla o circuncisión. O el catolicismo a tomar esa oblea insípida (la hostia) que se pega al paladar y necesitas un tenedor para despegarla.
En la actualidad del Nuevo Nazismo Europeo (ya casi mundial), el ritual va ganando frecuencia: semestral. Con toda probabilidad llegará a ser trimestral y así, hasta llegar a jaco por mes.
Los certificados de coronavirus se convertirán en cartillas veterinarias donde se pegará la etiqueta de la vacuna, como un cupón; algo parecido a las cartillas de racionamiento de toda dictadura que se precia de serlo.
Lo que no se debe olvidar, es que tras la circuncisión o vacuna llegará la emasculación obligatoria. El nazismo, fascismo, comunismo o cualquier otra aberración asesina de la libertad, siempre lleva a lo peor.
La Nueva y Normal Doctrina Gubernamental Nazi del coronavirus obliga a los habitantes que oprime y extorsiona a realizar un acto de fe: vacunarse con lo que no vacuna.
De la misma forma que el judaísmo obliga a la mutilación de la polla o circuncisión. O el catolicismo a tomar esa oblea insípida (la hostia) que se pega al paladar y necesitas un tenedor para despegarla.
En la actualidad del Nuevo Nazismo Europeo (ya casi mundial), el ritual va ganando frecuencia: semestral. Con toda probabilidad llegará a ser trimestral y así, hasta llegar a jaco por mes.
Los certificados de coronavirus se convertirán en cartillas veterinarias donde se pegará la etiqueta de la vacuna, como un cupón; algo parecido a las cartillas de racionamiento de toda dictadura que se precia de serlo.
Lo que no se debe olvidar, es que tras la circuncisión o vacuna llegará la emasculación obligatoria. El nazismo, fascismo, comunismo o cualquier otra aberración asesina de la libertad, siempre lleva a lo peor.
Solo por morbosa curiosidad me gustaría saber con cuanto dinero sobornan las farmacéuticas a los políticos gobernantes y a la UE, para que decreten el brazalete nazi o certificado coronavirus como obligatoriedad y los decretos de vacunación y revacunación para mantener vivo el brazalete nazi. Confieso mi envidia, debe ser algo así como que te toque el premio gordo de la lotería cada mes.
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