No hay que ir ya tan lejos en el tiempo.
Es de lo más actual.
Y de hecho, España y Francia, como grandes impulsores del Nuevo y Normal Fascismo Europeo, ya tienen sus países acotados para los afectos al nazismo que ostenten su pasaporte covid. Cosa de lo más natural del mundo.
Y no olvidemos de esos pequeños países tímidos (ciertamente es más un asunto de cobardía nazi) que llevan meses con el brazalete operativo, pero que no lo airean demasiado porque les causa cierta incomodidad figurar entre los nuevos y normales nazis; pero solo es un asunto cosmético; en el momento que se implante en todo el mundo, no habrá problema con los prejuicios de ser nazi.
Ahora todo es mostrar el brazalete nazi covid para tener acceso libre en el territorio nazi donde desgraciadamente se ha nacido u obligado a vivir.
Durante el nazismo el deporte europeo era matar judíos y ahora será matar no vacunados.
Son distintas maneras de un mismo fascismo.
Los tiempos cambian y las dictaduras permanecen inalterables, como la mansedumbre y la obediencia de los cabestros.
El fascismo tiene el rostro de la cobardía y la ignorancia, de la paranoia y la castración intelectual. Es lógico que se imponga y que sea lo más popular. Una manada de reses humanas, ya tienen poco de humano; así que la libertad ¿para qué?
Yo me afiliaría también al nuevo nazismo; pero de verdad que me da alergia (un molesto prurito genital) de lo contrario, por supuesto que saludaría rozando codo con codo y con el código en la pantalla del teléfono a la hora de entrar en un restaurante, o en un museo, o en la casa de un amigo (ya no existen amigos, solo vacunados o no), si lo tuviera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario