Enciendo una vela negra a Satanás (si románticamente existiera) por la larga vida y supervivencia de sus satánicas majestades los Rolling Stones, que pusieron las cosas en su sitio con su simpatía por el diablo contra el submarino amarillo repetitivo y tontorrón.
Aquellos no fueron los felices 60, fueron los ignorantes 60, los beatos 60.
No me siento satisfecho. Y nací en el 62, mal año para la inteligencia y las inquietudes intelectuales.
Soy un superviviente de aquellos tiempos.
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