Acercarse a una aduana como las de las películas de la feroz órbita soviética o las actuales fascistas y narco hispanoamericanas, provoca un razonable terror psicológico muy fuerte e incontrolable.
Te pueden acusar de lo que les dé la gana impunemente y joderte la vida cuando el idiota de la aduana te mira como si fueras un puto delincuente en su cochino país.
¿Y si te calzan un bozal en el morro al entrar en territorio español y te contagian de imbecilidad?
Es lógico que el pasajero, al imaginar lo malo que le podría ocurrir al pasar por la aduana de Barcelona, se cagara por la pata abajo.
No puedo dejar de reír…
¡Jajajajajajajajajaja!😀😂🤣🤣🤣🤣🤣🤣
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