martes, 5 de septiembre de 2023

tg--La raza española, paradigma ideal para dictaduras longevas--ic

Para no herir sensibilidades racistas o nacionalistas, por raza española léase también raza ibérica, en referencia a la península geográfica como hábitat o ecosistema.

Con solo leer un par de comentarios en las redes “suciales” sobre los políticos amados y odiados de cada cual (tras los dos primeros te aburres), basta para atisbar el nivel de vacío cerebral y la dependencia de los cabestros hacia sus amos. La España de hoy es la misma que describe Miguel Delibes en Los santos inocentes, a excepción de que los “santos inocentes” de la novela no usaban teléfono móvil.

En todo el mundo es más o menos es igual; pero yo tuve la mala suerte de nacer en España donde estas cosas son mucho más acentuadas.

La chusma vive volcada a sus líderes fascistas de izquierdas, derechas y a los nacionalistas o racistas. Porque de eso se trata, de elegir tu facha preferido.

En las pasadas elecciones de julio del 2023, se ha podido ver a cabestros tremendamente estresados porque su Caudillo en funciones les ha ordenado votar, tanto que han perdido su propio tiempo, humor y dinero, incluso en votar por correo.

En un momento de inocencia pueril, pensé que harían como yo: “Va a ir a votar la puta de tu madre”; pero no. Se puede decir que votaron todos los españoles y muchos más, porque el Caudillo logrará sacar votos del PSOE ocultos, ya que ha caído oportunamente en la cuenta de que a los presidentes de las mesas electorales y a los carteros se les pasó por alto contabilizar “sus” votos.

Se pelea la chusma en las redes “suciales” por sus fascistas preferidos (aquellos que con más gracia y paternalismo los confina y prohíbe respirar), chupándole la polla a su líder y denigrando al amo del otro; pero ambos adoran y esperan tener un amo que los humille, “confine” y arruine.

La política se desarrolla en función de la ambición y la codicia del político, es básico saber de esta constante universal para reconocer que el andoba que más amas y deseas te asfixiará; su función es robar tu tiempo y los beneficios de tu esclavitud para engordar su cuenta bancaria. Para ello, te meterá sus genitales en la boca y el culo si pudiera.

El arribismo del actual Caudillo (ahora en funciones) Español Nazi Penitenciario Homosexual Clima-sanitario, es un ejemplo de esencia política española llevada al extremo de la ambición y la codicia. Y en ese extremo, la mitad de las reses españolas o ibéricas jalea con devoción a su Caudillo y la otra media, quiere otro Caudillo igual de “confinador”; pero con otra forma, otra cara y gafas en lugar de guayabera, el típico atavío de los dictadores hispanoamericanos.

La ciudadanía española o ibérica no quiere libertad, quiere que le dé por culo, arruine, “confine” y humille el tiparraco fascista y delincuente favorito de su colección de cromos. La española es una raza especialmente buena para soportar largas dictaduras y ostentar marcas de longevidad nazi imbatibles en la historia. Ella misma se autoafirma en su imbecilidad, no es nada raro aún hoy en día, que exprese su simpleza con: “¿Para qué quiero yo libertad? Lo importante es que no falte un plato en la mesa”. Es el pensamiento español vacuno y ovino por excelencia desde tiempos inmemoriales. Mientras puedan comer paja, todo lo demás es secundario, sobre todo la cultura y el conocimiento.

Respecto a la libertad, tienen razón, no sabrían que hacer con ella. La libertad es la del pensamiento propio y está desligada de todo líder y sus ideologías. Un concepto para el que la raza española o ibérica no tiene suficientes aptitudes intelectuales para comprender; por ello es tan fácilmente “confinable” por cualquier gitano que les regale cuentas o abalorios dorados.

La raza española o ibérica es ideal para las dictaduras si no hay dos hijoputas peleándose por el poder; el pueblo llano sólo quiere verse libre de esa molesta libertad de elegir entre un nazi u otro. Con uno solo, ya sin dolores de cabeza, se mete en la boca la polla de Franco (por generalizar) y a mamar como angelicales bebés de cerebro en blanco durante medio siglo o lo que haga falta.

El único que los sodomiza, se lleva la admiración, festejos y aplausos y aparece en la televisión todos los días, o en el viejo NO-DO de los cines de Franco.

España es un pueblo de millones de cabras fácilmente “confinables” y un único cabrero. Dos cabreros irritan tanto a las bestias que se olvidan, incluso, de dar leche. El estrés las lleva a confundir los agujeros y se la meten o las meten en sitios por los que únicamente (salvo perversiones) son solo de salida (¡Para cagar, lelos!).

Y así podría seguir rajando sin parar de las virtudes de la raza humana española o ibérica; pero tengo que ir a fumar y no me gusta teclear con el humo empañando mis precisos y preciosos ojos verdes.

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