Consideraciones legales aparte que, nada tienen que ver con la justicia, dignidad y supervivencia; dada la fiebre nazi de represiones y prohibiciones que viven los españoles, matar a según quién y en qué momento, será prácticamente lo mismo que matar a un guarda u oficial nazi de un campo de exterminio.
Matar al nazi será la única salida en una España y sus clanes tribales, regida por enfermos mentales, esquizofrénicos de patología fascista genocida.
El gran mal de España, es que los políticos jamás tuvieron un control psicológico y psiquiátrico para ocupar una jerarquía o administración. Y ahora lo pagamos caro.
De hecho, el aumento de la violencia actual, va ligado al grado de represión y encarcelamientos (confinamientos) que la paranoia patológica del Estado Nazi Español y su Taifas Autonómicas cometen contra la población.
Cuidado, porque los titulares de la prensa nazi española no denuncian, es mucho más venenoso que eso. Este titular adoctrina, así funciona la prensa puta del nazismo español.
Me explico; este titular, al igual que los de los encarcelamientos (confinamientos en nazi), trata de habituar a la población a lo que se avecina: a las nuevas represiones y extinción de libertades intelectuales. De tal forma que, dentro de tres o cuatro meses, cuando condenen a prisión a alguien que confiesa no pensar en el idioma nazi decretado desde cualquiera de los clanes fascistas españoles (en caso de que hubiera algún disidente que se atreviera a confesar semejante cosa a la autoridad nazi española); los cabestros verían como algo normal la condena por cuestión de idioma pensante; como normales y aceptados de buen grado, lo son ahora los encarcelamientos o la prohibición de respirar libremente (confinamientos y mascarillas en jerga nazi). La chusma española habituada al nazismo, se enojaría con ese cabrón disidente que no piensa en el idioma decretado.
Y aplaudirían al líder nazi y a su juez corrupto.
La prensa tiene la finalidad de normalizar el nazismo, la dictadura, fascismo, comunismo, racismo, nacionalismo o como cojones quieran llamarlo.
Matar a un guarda, carcelero o jerarca nazi, será definitivamente un acto de defensa propia y supervivencia (o suicidio en el más triste de los casos) para liberarse de una asfixia letal e indigna. No será legal para el nazismo; pero sí lógico, adecuado y acorde a la biología humana para proteger la dignidad, la ética y la propia vida. Y será habitual hasta que mueran unos u otros, no pueden convivir juntos los libres y los nazis. Uno de los dos ha de ser extinguido.
La gente decente morirá, siento ser agorero.
Si por algo pasará España o la península ibérica a la historia, se deberá a ser el primer país en convertir la distopía en realidad que hurga los cerebros.
España no es lugar de invasiones zombis, si no de psicópatas fascistas o reencarnados nazis alemanes.
La buena noticia, al no ser zombis, está en que no necesitas una puntería tan certera (dispararles a la cabeza) para matarlos. Con un buen tiro en las tripas o una cuchillada en el cuello o el corazón se mueren los psicópatas nazis, sean jerarcas o guardas del campo de concentración de exterminio.
No todo iba a ser malas noticias.
Sí sería conveniente practicar el cardio, como en Zombieland; pero tranquis, los nazis se desangran y mueren como cualquier hijo de vecino.
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