España se va a ser un destino muy popular para las ratas.
Van a venir miles de pateras cargadas con ratas a esta nazi nación, la tierra prometida de los roedores.
De cualquier forma, déjame que levante la ceja con escepticismo a que tras matar a un ratón en mi casa, me denuncie a mí mismo y me condene el gobierno nazi español de mierda. No he llegado a ese grado de imbecilidad en el que sin duda, muchos de los aplaudidores al nazismo español penitenciario homosexual sanitario, caerían con sus remordimientos de conciencia por matar a una puta, sarnosa, piojosa e infecciosa rata.
¿Por pisar cucarachas cuál es la pena? Aunque cueste un dinero, no deja de ser un placer aplastarlas, suenan a patatas fritas…
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