Está visto que la retórica nazi penitenciaria homosexual sanitaria del gobierno español, se ha homologado internacionalmente. Por ello “cambiar” en lugar de “mutilar”.
Esta retórica no es solo eufemística, sino que elude algo muy obvio: una mutilación es definitiva, lo cortado o dañado no crece como el rabo de la lagartija. Es irreparable.
Y si dicen “cambiar”, bien podría ser para crear la ilusión en los idiotas de que si no te ha gustado o convencido ser macho, puedes cambiar de nuevo a hembra o viceversa.
Este lenguaje, retórica o jerga nazi de la estafa y la doctrina homosexual solo puede ser asumida con éxito por las castas sociales con mayor índice de incultura y/o por las que sufren una severa merma intelectual.
Lo dirán muy serio ellos, ellas y elles; pero lo de “cambiar” tiene guasa.
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