No hay paradoja de mierda alguna, es cristalino y lógico lo que ocurre desde el principio de la instauración del fascismo del coronavirus.
Es un hecho que las vacunas no vacunan, que el fascismo con sus represiones, acosos, encarcelaciones y crímenes contra las personas enfermas ha cometido terrorismo de estado, que la prensa es la gran prostituta del poder.
Que los resultados de las pruebas de coronavirus han sido amañadas para que resfriados y simples gripes sean la covid de mierda.
Que el bozal o mascarilla ha deteriorado la salud de los cabestros obedientes que no se lo han quitado ni por un momento y que aún la llevan con fe religiosa; y por ello un simple catarro los tumba en la cama.
Y es otro hecho que el Nuevo y Normal Gobierno Penitenciario Fascista Español del Coronavirus, ya está promocionando la sexta ola de coronavirus para proseguir con su terrorismo de violación de las libertades más básicas.
El caudillo español y sus fieros caciques autonómicos, se frotan las manos con usura ante la proximidad del momento de ejercer de nuevo su corrupción y dictadura impunemente.
Se aproxima pornográficamente claro un invierno de cárcel, represión, acoso policial y ruina de nuevo.
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