Es que ser maricón no es garantía de estabilidad mental ni de dignidad.
Son tan vulgares y mezquinos como los heteros, ni más ni menos.
Si acaso, un tanto más neuróticos por ese homosexualismo en el que todo son ventajas y se las creen sin que sean tan maravillosas. Hasta que la cagan y hacen el ridículo, y lo que es más divertido: ponen en evidencia a los líderes políticos de mierda y a su periodismo puto.
Y a quien corresponda: no es un hecho anecdótico, es cómico, imbécil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario