Como si no fuera bastante con soportar al fascismo y sus cobardes, se aproxima el cambio de horario a verano, para que las gallinas tengan más horas de luz para poner más huevos. Porque la cuestión del ahorro, es la mentira más vieja desde que se empezó a medir la historia por antes y después de Cristo, oficializando que el cuento era real.
Da risa; pero todo lo relacionado con el fascismo del coronavirus en España, deja sabor a mierda en la boca por mucha mascarilla que uno lleve.
La puta hora de adelanto y la de atraso, pueden metérselas ya por sus culos de sodomitas.
Hay días que no ganas para disgustos.
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