Dios vomitó en la tierra justo antes de inventar al hombre.
Y por ello, por ese barro que se formó así es ahora la humanidad.
Nos hizo a su imagen y semejanza, corruptos de un fango innombrable.
Con dios ocurre como con las novelas de terror o de ciencia ficción: es un cuento; pero pasas un rato distraído elucubrando cosas, perdiendo el tiempo generosamente.
Pero que personas adultas se ilusionen con la superstición de los reyes magos a pesar de los malos, mezquinos y peligrosos conocimientos que ignora y a su vez, ha acumulado la humanidad es patético, incluso cómico.
Y tan peligroso como dios vomitando sus miasmas, o Alien.
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