miércoles, 13 de enero de 2021

Democracias podridas


La libertad está por encima de toda consideración ética y legal.

Por encima del dinero y poder que ambicionan los corruptos presidentes y ministros electos de las dictaduras europeas, extintas democracias degeneradas y decadentes para ser más preciso.

Por encima de cualquier vida sea cual sea su edad.

Si eres humano, no perteneces a un rebaño, a menos que estés castrado, cabrón.

La libertad está por encima de cualquier miedo y el mezquino que lo padece hasta el punto de prostituir su más básica capacidad de movimiento.

No existe nada que valga más que ella, porque todo lo que no es libre, es animal sin cerebro, no es humano. Los esclavos son bestias de carga y máquinas sexuales para los actuales políticos demócratas de mierda.

Cualquiera que robe una libertad, es un criminal, alguien susceptible de ser asesinado. Cortarle la cabeza y pincharla en un poste de una plaza, como antaño, es lo único que puede saldar el crimen del robo de la libertad.

No me engaño, no ha habido suerte en la historia con este tema, salvo con el Duce, en Italia. Las buenas cosas no abundan; pero solo pensar en la decapitación del cerdo, sinceramente, se me pone dura.


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