sábado, 4 de junio de 2022

Pues no lo parece dada la cobardía del estado fascista australiano

Es absurdo, los huevos que comían los australianos apenas tenían el tamaño de una alcaparra.

Cosa que explica de forma razonable y contundente la biología cobarde del estado fascista australiano, que al igual que China, encarcelaba y extorsionaba a la población cuando de noche alguien tosía por algún moco en la garganta. O sin tos, simplemente decretaba por puro placer encarcelamiento y ruina porque no se acordó de azucarar bien el té o el café de la mañana.

Hay cientos de fotos y noticias de su feroz fascismo cobarde (que además mataba perros como si fueran moscas) en la prensa prostituida al neonazismo mundial.

Lo de los melones es pura publicidad nazi australiana para sacarse de encima esa fama de pocos huevos.

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