martes, 21 de abril de 2015

Todo al revés

Todo está al revés según el más elemental instinto del bien y el mal.
En la mayor parte de los casos, en una parte tan grande que causa mareo, sobreviven los que deberían morir, los humanos más repugnantes copan los puestos en el poder, el obrero más perro y servil consigue promociones por encima de un humano válido, los analfabetos cada vez más orgullosos de serlo, los mentirosos hablan verdades a oídos de los puercos.
Solo un hipócrita podría sentirse emocionadamente triste por la muerte de miles de seres humanos en una guerra, accidente o catástrofe natural.
Yo estoy a salvo del corporativismo humano.
Hay genes que no deberían perpetuarse; y solo hay un modo.
De todas formas iban a morir.
No le veo tanto drama.

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