Un maestro se pregunta ante la incomprensión de sus alumnos:
Los zurdos también tienen su propio día y lo celebran hoy "en un mundo concebido para diestros".
Si es que la vida es muy puta.
Por un momento pensé que había retrocedido a la feliz e hipócrita década de 1960 al escuchar la ñoña y empalagosa canción temática de los juegos olímpicos chinos.
No sé si antes era así, pero los viejos de ahora, están obsesionados con la meteorología, por comprar en los supermercados más baratos y lejanos (andan centenares de metros con una mierda de bolsa del supermercado para ahorrarse unos céntimos), tienen un miedo atroz por los golpes de calor y los resfriados y se pelean como putillas en las colas de las agencias de viajes del Imserso.
Se pasan diez años planificando y ahorrando para su pisazo de quiero y no puedo.
Coge un bonito estuche, de color llamativo y si puede ser, con matices metálicos.
¿Por qué no es pederasta el gitano que se casa y se tira a su mujer de quince o dieciséis años?
A mí, que cuatro o cinco mil elefantes narcotizados se columpien bonanciblemente en una telaraña me importa el rabo de la vaca loca.
Los gobiernos y las empresas son auténticas cafeteras express; el resto de la bovina humanidad, una achicoria barata ideal para mezclar con mi leche condensada.
No me parece hermoso el encontrarme cada dos por tres rascando la suela del zapato contra la hierba o un bordillo para despegar un idiota que se me ha pegado al pisarlo. 
¿Se discrimina a algún deportista en función a su orientación sexual? No.
Si los tontos volaran, taparían los calentitos rayos de sol y sobrevendría una tercera glaciación.
Jamás olvidaré lo que mi padre me decía:
Paz en el mundo... ¡Qué cosa más chocha!
Danton (político durante la revolución francesa) fue el listillo que dijo:
Los hay consecuentes hasta el final.
Tiene su mérito.
Buen sexo.
Iconoclasta
Es mucho alardear llamar así lo que muchos hacen cada año.
Los lunes
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Aribert Heim, Doctor Muerte para los amigos, es un criminal nazi. Uno de aquellos desviados que hizo de su campo de concentración su parcelita para pasar sus ratos de ocio. 
Tras la alegría y el hermanamiento de una nación un tanto borracha por la Euromierda de fútbol 2008, los borrachuzos encontraron más motivos banales para seguir mamando por el tenis español.
