jueves, 18 de abril de 2024

tg--El Nazismo Sanitario Climático se extiende como una lepra--ic


Lo divertido es que Hitler también odiaba a los fumadores y su humo (como los gobiernos nazis inglés y español); pero el olor de los judíos quemados parecía no incomodarlo. A los nazis españoles e ingleses, seguro que tampoco, son más de carnes musulmanas que son tan fasciosas y asesinas.

El Nazismo Sanitario Climático que emergió como una tromba arrasando libertades en las pseudo democracias consumistas occidentales, no se ha propuesto prohibir a ninguna generación de reses humanas el consumo de la peor droga del planeta: el alcohol.

No importan las enfermedades que se derivan del alcoholismo, de los cientos de miles de accidentes mortales que provoca, de los crímenes que se cometen por alcoholismo (contra su propia familia para mayor inri) o la pobreza y miseria a la que arrastra.

Los actuales nazis pseudo demócratas emergidos en esta década de los años 20 del siglo XXI, inquisidores de la salud y el clima, no van a prohibir que peones y albañiles aspiren cemento y cal, que los mineros respiren aire erosivo, que la gente que trabaja en la calle respire la porquería que cientos de miles de coches dejan flotando en las ciudades, que los trabajadores del metal aspiren los vapores y gases de la fundición o que con las máquinas de corte radial, dejen de aspirar los restos de los discos que obturan la nariz después de haber pasado a los pulmones.

Y porque el tabaco no es suficientemente narcótico para imbecilizar a la población “no es bueno para la salud” de sus reses humanas en régimen de explotación nazi.

Pero oye, que el endogámico político nazi inglés o español (por citar los más recientes fascismos) aspire tres o cuatro gramitos de coca al día es el motivo ideal  para no prohibir su consumo a ninguna generación; pero sobre todo a ellos mismos. 

De la misma forma que no se va a prohibir el consumo de la marihuana y otros alucinógenos.

Los perros nazis ingleses y españoles están trabajando furiosa y metódicamente en arrasar toda mínima libertad para que la Agenda 2030 sea antes del 2030 el régimen totalitario del planeta y entre bien y sin problemas por el culo de las castas parias asalariadas de todo el mundo, empezando por sus reinos nazis para dar ejemplo.

Todo en nombre de la salud de las reses humanas y el clima.

Lo cierto es que antes de que el actual Nazismo Sanitario Climático se consolide, distintas naciones van a tener que pasar por una guerra civil que se extenderá por todo el planeta. Acorralar a cualquier animal y asfixiarlo, lo lleva a la única opción posible: atacar aunque le cueste la vida. La violencia está cantada.

Tal vez sea que las vacunas que inyectan en las reses humanas, lleven un principio que inhiba la auto defensa de los vacunados y los lleve a la fe, adoración y servilismo hacia sus nuevos Hitlers. En tal caso, no habrá violencia y simplemente el Nazismo humillará sin consecuencia alguna a las castas parias o asalariadas.

Esto acabará, si alguien no asesina a estos actuales líderes nazis, con miles de millones de seres humanos alimentándose como cerdos de explotación: con un pienso equilibrado o balanceado, sin azúcar, grasas ni proteínas. Follar, leer, hablar entre amigos y poner azúcar en el café, requerirá permisos de la Moncloa Nazi o del 10 de Downing Street Nazi. Y sobre todo, el estado, sus empresarios y sus SS podrán decir a sus asalariados: “¿Si no fumas porque vas a descansar unos minutos?”.

El nazismo inglés y el español no han hecho más que abrir la veda de la extinción de la libertad y dignidad de las castas parias o asalariadas.

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