
Seamos nosotros terribles para evitar que el pueblo lo sea.
Sus últimas palabras antes de ser guillotinado fueron:
No os olvidéis, sobre todo no os olvidéis de mostrar mi cabeza al pueblo: merece la pena.
No os olvidéis, sobre todo no os olvidéis de mostrar mi cabeza al pueblo: merece la pena.
Los hay consecuentes hasta el final.
Tiene su mérito.
Buen sexo.
Iconoclasta
No hay comentarios:
Publicar un comentario